Zain, un puerto pesquero rodeado de montañas que toman su nombre, es una región fría donde conviven diferentes personajes sin relación aparente. En Sonidos de Zain podrás sumergirte en las vidas de los habitantes de esta tierra, siguiendo a los personajes que más te apasionen. Crea con nosotras tu propia novela.

Páginas

viernes, 15 de julio de 2011

Encuentro

Hugo y Miau no tardaron mucho en aparecer al otro lado del camino. Naira sonrió y agitó la mano con entusiasmo mientras Alex intentaba identificar las nuevas figuras de la carretera. Nunca habría imaginado que en Zain había tanta gente de su misma edad. Cuando llegaron junto a ellos, Naira anunció simplemente "Hugo, Tamara, Alex", dando por hecho que sabrían a quién correspondía cada nombre. Miau entrecerró los ojos, Naira era la única que se atrevía a llamarle Tamara. Realmente era a la única persona a la que se lo permitía, aunque tampoco le gustaba que lo hiciera. La explicación se remonta tiempo atrás y es complicada, lo dejaremos para otro momento.
-Ya veo lo que querías enseñarnos...-sonrió Miau mirando a Alex con curiosidad
-Ya tenemos cena, va a ser estupendo!- interrumpió Hugo en ese momento.
A Alex le sonaba todo a película de caníbales, pero estaba demasiado asombrado como para mostrar miedo. Aun así, algo debió dejar notar en su cara, ya que Naira se empezó a reír mientras le pedía disculpas.
- He estado pescando antes de venir. He conseguido una curbina enorme, para los cuatro.. porque te quedarás a cenar, verdad?- añadió Hugo de repente, al darse cuenta del malentendido.
- Bueno, no sé. Tendría que avisar, pero sí, claro- afirmó Alex más tranquilo, convenciéndose a medida que hablaba. - Aunque... no me gusta el pescado
- Te tendrás que acostumbrar, aquí no se come otra cosa- respondió Miau secamente.
- Nada, verás como éste sí que te gusta.. Todavía no has visto a Hugo cocinando, es el mejor- sonrió Naira. Hugo abrió la boca como si quisiera discutirlo, pero Naira decidió no dejarle terminar y cambió de tema -Por cierto, he visto luz en la cabaña del acantilado, ¿Quién creéis que ha venido?
-Espero que no sean los mismos que la última vez. Aquella familia arrogante demasiado buena para este pueblucho -dijo Miau con una vocecita aguda, imitando a aquella arrogante familia, dedujo Alex. A él le acababan de conocer, pero todavía no habían hablado con sus padres ¿Y si tampoco les gustaban? Sintió un pinchazo de preocupación en el estómago.
-Quizás sean aquella profesora de la ciudad y su hija... ¿Cómo se llamaba? -preguntó Hugo.
-Clara -intervino Naira.
-Espero que tengas razón, Hugo -dijo Miau malhumorada.
-De todas formas, sigo pensando que deberías dejar de vagabundear por el bosque tú sola- se preocupó Hugo- quizá la única forma de hacerlo sea retándote a una lucha… si gano, dejarás de hacerlo- le retó burlonamente
- Venga ya, si tú eres el primero que se muere de curiosidad por saber quién viene.. Además, si no lo hiciera tampoco le habría encontrado a él- añadió señalando a Alex, que se revolvió incómodo. – Ah, y empieza ya a asumir que eres incapaz de ganarme en una pelea, y lo sabes- concluyó desafiante
- Dejadlo ya, vais a asustar al chico- intervino Miau con una sonrisa burlona. Alex no se dio por aludido.
- Está bien, está bien- sonrió Hugo- De todas formas, pensaba que Clara y su madre tenían una casa familiar aquí..
- Ya no- sentenció Miau, y ante la mirada inquisitiva del resto continuó con la explicación- No podían pagarla. Después de todo lo que pasó… Pero Clara siempre intentó mantener un vínculo con Zain, y con nosotros supongo… - Miau bajó el tono y con voz sombría añadió- La he echado tanto de menos que no sé si quiero verla.
- No tiene mucho sentido lo que acabas de decir- dijo Alex abriendo la boca casi por primera vez.
-Claro que lo tiene- replicó Miau a la defensiva- la ciudad es muy grande y cambia a la gente, está tan llena de personas que se hacen llamar amigos que corres peligro de olvidarte de los de verdad.
Alex no supo que añadir. Seguramente aquellos chicos tenían razón, qué sabría él. De repente se veía a sí mismo completamente infantil y fuera de lugar.
- De todas formas.. ¿Cómo sabes todo eso?- preguntó Hugo mirando a Miau con curiosidad
- Me lo ha contado Edna...
- Hablando de Edna, por qué no vamos a pedirle que nos haga uno de sus espumosos batidos de bayas?- interrumpió Naira
- Suena estupendamente. Si es cierto lo que dices, ya tendremos tiempo de ver a Clara cuando se hayan instalado- asintió Hugo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario